El representante de Rincón es Jorge Zonzini, quien según Casán habló mal de su nueva agencia de artistas. “Te referías a él diciendo ‘ese boludo‘. Ese boludo tendría que lavarse la lengua con lavandina antes de hablar de mí, atrevido. Todo el mundo te escuchó cuando te quejabas de él porque no te daba tu comisión”, lanzó sin filtro la jurado y fue por más, mucho más:“Le dijo a Stefy Xipolitakis que no agarre agencias de malas personas como soy yo y Luciano Garbellano. Y la lleva a las señoritas a fiestas privadas de empresarios del gobierno”.
Frente a semejante acusación, Rincón intentó meter un bocadillo. “A mí nunca me ha llevado a ningún lado. Es muy fácil desviar la atención”, dijo la participante, pero la lengua topadora de Casán la volvió a callar mientras la tribuna defendió a la participante. “Este decorado que capaz que le pagaste no le no me querés pagar a mí, que se calle”, declaró en relación al conflicto, y Rincón retrucó: “No me quedó más plata, Moria, me secaste”.
Como si todo esto fuera poco, a la discusión se coló el título de la obra de Antonio Gasalla: “Más respeto que soy tu madre”, dijo Moria cual asociación libre y Rincón volvió a defenderse: “Mi madre jamás me sacaría la mitad de mi sueldo. Para vos fui un negocio para vos”.
El ping pong de insultos terminó de manera un tanto graciosa, a juzgar por la increíble frase de Casán (“Vos sos negocio para calendario de gomería, no para mí”), y sobre todo por el inesperado final. Cuando Moria le dio la devolución, se dio vuelta la tortilla del asunto y casi que hubo reconciliación.