Las hermanas Vanina y Silvina Escudero fueron las encargadas de estrenar el ritmo con una coreografía temática en la que representaron a enfermeras del futuro muy sensuales.
Silvina reveló que a lo largo de los ensayos superó un pánico a las alturas gracias a la labor de los coach.
Después de que Paula Cháves admitiera que no quiere casarse por ahora con Pedro Alfonso, el productor se presentó en la pista decidido a ratificar sus intenciones de pasar a una “nueva etapa” en la relación.
Los tortolitos cruzaron chicanas propias de la convivencia y se justificaron por tener “personalidades fuertes”.
La modelo comentó que a veces discuten durante un período tan prolongado que no se acuerdan por qué estaban debatiendo y Peter sonrió: “Encima estamos en un momento en el que no pasamos desapercibidos cuando vamos a comer afuera y tenemos que simular que está todo bien cuando discutimos. Pero después nos reconciliamos”.
Adabel Guerrero y Martín Whitencamp ofrecieron una nueva propuesta: los sado-masoquistas. Látigo en mano, la bailarina obligó a Marcelo Tinelli a subirse a la H con una voz sensual que le hizo honor a las correcciones que le habían dado los jueces de Bailando 2011.
Con una coreografía súper hot y cubierta apenas por un par de cinturones alrededor de su escultural figura desnuda, Guerrero prendió fuego el estudio y exclamó al final: “¡Lo quiero hacer de nuevo!”.